Es durante el cortejo, cuando se produce la selección de pareja. Al principio todo es muy visual, elegimos en base a nuestras preferencias físicas y se van añadiendo atributos que nos van acercando a nuestra pareja ideal, como por ejemplo mismos gustos, aficiones y actividades de ocio y tiempo libre similares, mismos valores o creencias, amistades en común, sentido del humor etc. Todo esto hace que liberemos neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina, las endorfinas por ejemplo, que nos hacen sentir bien, con lo cual buscamos la compañía de esta persona y nos apetece muchísimo estar con ella.

Pero, claro en una relación de pareja, no siempre es todo feliz, agradable o divertido, hoy en día es bastante común, sentirnos mal, ansiosos, o frustrados cuando suceden momentos complicados, discusiones o situaciones imprevistas que nos cuesta mucho solucionar en pareja, lo cual nos hace cuestionarnos si hemos elegido la pareja adecuada y si nos estamos equivocando e ilusionando con una persona que no va a estar a la altura de lo que esperamos. En estos momentos se activan nuestros estilos de apego, que si no son seguros pueden hacer tambalear una relación y está muy relacionado con nuestra necesidades y la manera en la que nos las han satisfecho nuestras figuras de apego.

Aunque este es un tema mucho más amplio de lo que podemos avanzar aquí, si hay una serie de factores que nos van a ayudar a saber si nuestra relación de pareja va por buen camino y hemos elegido bien.

Lo aconsejable es, a parte de centrarnos en lo físico que es nuestra carta de presentación, buscar valores o virtudes deseables por ejemplo: la inteligencia, una pareja inteligente y que sea capaz de detectar nuestras necesidades, sea empática y nos ayude a gestionar nuestras emociones, y aprenda con nosotros a solucionar problemas nos va ayudar a reforzar cada vez más nuestro vínculo emocional. Otra virtud importante que podemos buscar en una pareja es la voluntad y el compromiso, es decir una pareja que le guste tener metas en común y trabaje contigo en alcanzarlas, esto también estaría relacionado con lo que hemos comentado anteriormente, es decir compartir creencias similares. También es importante ir tomando el pulso a la relación e ir avanzando juntos, no tiene sentido ir a dos velocidades, en una relación, pues una parte se frustraría y la otra se agobiaría y se acabaría dejando la relación o sufriendo en exceso. Unido a todo esto y no menos importante es trabajar los sentimientos amorosos la complicidad, la comunicación, sino se habla de los sentimientos en la pareja y no tenemos el compromiso de hacernos felices en pareja el amor se agota. He dejado para el final la sexualidad, pues ésta última sin el amor hace que la relación sea superficial y vacía, pero no es menos importante pues en las relaciones de pareja es necesaria la intimidad y la comunicación sexual como medio para conectar a nivel emocional y sensitivo con tu pareja.

Por lo tanto es fundamental, cuando estamos en pareja, preguntarnos acerca de si responde o no a los valores o virtudes anteriormente descritos, y nos aseguraremos que nuestra pareja sea la mejor elección. Si ves que algo falla, no dudes en hablarlo con tu pareja y si veis que no es posible avanzar u os cuesta, no dudéis tampoco en pedir ayuda a un profesional que os guíe y os ayude a avanzar en vuestra relación, a encontrar la manera de comunicaros y de resolver problemas de una manera sana y funcional.